Hubo una época en la que todo joven se encuentraba con aquella maravillosa marca conocida como Nintendo. En mi caso todo empezó a los 4 años cuando mi abuelo me trajo de los Estados Unidos la primera consola con 8 bits de memoria, el NES (Famicon en Japón). En ese momento mi vida cambió con "Super Mario Bros." hasta que mi padre me regaló un cartucho que contenía lo que con el tiempo se convertiría en mi serie favorita, el recien salido "Megaman 6". Años más tarde (y después de acabar grandes clásicos como Dream Master, Mario 1, 2 y 3, Megaman del 1 al 6, Contra, etc) adquirí un SNES, evolución del Nintendo original con 16 bits, mandos de 6 botones, además de las flechas más los clásico (y ahora un tanto olvidados) start y select y estrenando los revolucionarios L y R en la parte superior del control. Así armado hasta los dientes luché en Mortal Kombat I, II y III, memoricé Fatalities, vencí a Sigma en Megaman X 1, 2 y 3, llegué a la luna y cambie las tortugas por pequeños marios en Super Mario World, obtuve y disparé cuanto misil encontré en Super Metroid y reviví en carne propia las aventuras del joven Skywalker en la gran serie Super Star Wars. Luego de algún tiempo llegó a mi un momento crucial en el que debí tomar una decisión; los novatos de Sony con su Playstation o continuar con la fidelidad a la marca con el nuevo Nintendo 64, que duplicaba la memoria de la consola opositora. La marca pudo más. Con el nuevo mando que incorporaba el increíble joystick analógico y ahora 9 botones estaba listo para incursionar en el fabuloso mundo del 3D. Acabé incontables veces (por todos los caminos y con medallas en todos los planetas) "Starfox 64", juego en el cual aún me puedo jactar de nunca haber sido vencido por mortal alguno y tuve la oportunidad de vivir la aventura que muchos consideran como el mejor juego jamás hecho: "The Legend of Zelda: Ocarina of Time". También gracias al "64" viví las mejores peleas contra mis 3 primos (grandes videojugadores también)en Super Smash Bros. (tradición que continúa hasta hoy y que pasó por el Super Smash Bros. Melee en el Gamecube y el actual Super Smash Bros. Brawl en Wii). Después de molerme los pulgares y desgastar hasta el punto de la inutilidad a mis 4 mandos llegó la era de lo que a mi me gusta llamar las super consolas. (continuará...)
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